El bebé de Rosemary
Rosemary y Guy son una pareja de recién casados que se mudan a un apartamento en el centro de Nueva York. Aunque el edificio no guarda buena fama, el joven matrimonio pronto se adapta a su nuevo hogar, y conocen a una pareja de ancianos vecinos suyos. Pese a las objeciones de Rosemary, Guy pasa cada vez más tiempo con sus nuevos amigos. Los acontecimientos se suceden, y tras el aparente suicidio de una joven vecina, que se había hecho amiga de Rosemary antes de morir, la protagonista queda embarazada, lo que le supondrá enormes cuidados por parte de sus nuevos vecinos.
Basada en la novela de Ira Levin, el filme de Roman Polanski es uno de los clásicos del terror de la historia del cine, con todo merecimiento. La atmósfera es angustiosa durante toda la película, pese a que a ratos la historia se desarrolle con demasiada tranquilidad. Mia Farrow realiza aquí una de sus mejores interpretaciones, y el resto de protagonistas también está a la altura, transmitiendo fragilidad la primera, e inquietud el resto. Por sus claras alusiones al satanismo, la película estuvo prohibida durante años en varios países latinoamericanos, por considerar el clero que podía tener un "mensaje peligroso para los fieles".
El bebé de Rosemary (traducido a veces como La semilla del diablo), es parte de ese movimiento de películas sobre temas satanistas que durante los setenta y principios de los ochenta se hicieron tan famosas. Los ejemplos más acabados de este tipo de películas son, sin duda, El exorcista, La Profecía y El bebé de Rosemary, que forman la llamada “Trilogía del Diablo”.
Polanski, el director de esta cinta, siempre demostró fascinación por los temas oscuros; desde comedias de horror como La danza de los vampiros hasta El inquilino y Luna amarga. Las anécdotas macabras sobre El bebé de Rosemary no faltan como parte de una buena campaña mercadológica, aunque algunas resultan excesivas, en especial lo que se refiere a la supuesta maldición que pesa sobre ella.
El corolario de esta historia son las relaciones peligrosas. En 1968, el director de cine Roman Polanski filma una cinta que se convierte en un clásico del cine de horror y que, por una extraña y macabra serie de coincidencias, se conecta de varias maneras con el cuarteto de Liverpool. Se trata de El bebé de Rosemary, protagonizada por Mia Farrow, cuya hermana menor, Prudence Farrow, es compañera de los Beatles durante su retiro con el Maharishi y a quien John Lennon le compone la canción “Dear Prudence”, incluida en el Álbum Blanco. Por otra parte, la actriz Mia Farrow es una de las chicas a quien el Maharishi acosa sexualmente, por lo cual los Beatles se desencantan de él y po lo que John Lennon le escribe la canción “Sexy Sadie”, que inicialmente dice: “Maharishi, what have you done? / You made a fool of everyone”. Sin embargo, George Harrison lo convence de sustituir la palabra “Maharishi” por “Sexy Sadie”, lo cual permite que Charles Manson le cuelgue el tema a su novia Sadie Mae.
La película de Polanski es rodada en el Edificio Dakota, en el mismo departamento del mismo edificio neoyorkino donde, doce años después, John Lennon vivirá sus últimos días y a cuyas puertas será asesinado. Polanski incluye en el reparto de este filme a una joven actriz, cuyo nombre es Sharon Tate, quien más tarde será su esposa y a quien, impulsado e inspirado por el Álbum Blanco de los Beatles, el clan de Charles Manson asesinará salvajemente, sospechándose primero de Polanski como el autor de este crimen.
PD: No olviden visitar Escrito con Sangre... ¡El website de los asesinos!
jueves, 14 de febrero de 2008
sábado, 9 de febrero de 2008
Churros y Chocolate
Animación 3D: La Fábrica de la Felicidad
Por Remus LePerito
Ora sí que me quedé apantallado el domingo que fui al cine y vi por primera vez el corto de Coca Cola: La Fábrica de la Felicidad. Lo disfruté incluso más que la película que fui a ver, es una suerte que me haya tocado descubrirlo en esa mega pantalla. Total que al día siguiente fui de nuevo y le encontré más detalles sorprendentes… por supuesto, que esta vez me metí a otra película…
En Coca-Cola: Happiness Factory, realizado por el estudio neoyorquino Psyop, un obrerito refresquero vive toda una aventura en un mundo fantástico, arriesgándose para poder entregar un refresco frío al humano que lo espera afuera de la máquina, y aprendiendo el enorme poder de un eructo.
En un par de días y con varias vistas, esta peliculita se ha vuelto para mi una afirmación del gran momento que está viviendo el cine de animación hoy; ya estamos, de repente y sin darnos cuenta, en otra era: la era del 3D.
Se le dice al cine "la fábrica de sueños", ese es su sobrenombre. Y la fábrica de los sueños y la felicidad es, por excelencia, la animación en 3D. Los límites dejaron de existir en el cine para hacer posible construir cualquier imagen concebida en el más recóndito rincón de la mente del creador: el personaje más estilizado, la atmósfera más fantástica, el ángulo más increíble, el movimiento de cámara más imposible. Estamos ante un suceso cinematográfico tan importante como el surgimiento del cine sonoro o el color.
En momentos históricos como éste, siempre hay gente incrédula que rechaza tales avances: cuando empezó el cine sonoro, se decía que las películas dejarían de ser universales, restringidas por el idioma; una película en inglés no podría verse en un país de habla hispana. Luego vino el doblaje. Cuando llegó el color, los críticos insistían en que no era estético, y sin embargo, hoy el color tiene más posibilidades expresivas de las que jamás tuvo el blanco y negro. Y, para no ir más lejos, en el inicio del cine, éste fue rechazado también y se argüía su fracaso. Mientras los detractores del 3D dicen que se hará obsoleto en breve, que pasará de moda, los grandes visionarios de la animación, que sin duda son los estudios Disney, han centrado todas sus estrategias al 3D desde sus propios estudios y a través de su filial Pixar dejando atrás al tradicional 2D. Ya hace trece años que Toy Story, el primer gran largometraje hecho totalmente en 3D, invadió las pantallas mundiales. Hace diez años que Antz contó la historia de una hormiga con problemas existenciales, hablando por ella la voz de Woody Allen, y dirigida hacia un público incluso adulto. Estamos hablando de más de una década de cine industrial hecho en 3D. Si empezó como moda, a estas alturas ya está muy bien establecida.
Boundin’ es mi corto favorito producido por Pixar; y es una de mis películas favoritas hechas en 3D. Y curiosamente, resulta ser ejemplar en el tema que estamos tratando. Bud Luckey es un viejo animador tradicional que llegó a trabajar a Pixar sin saber nada de computadoras. Diseñó varios personajes para los largos de esta compañía y aprendió las nuevas tecnologías, haciendo como resultado uno de los cortometrajes de animación más bellos jamás hecho. Luckey no despreció al 3D apoyándose en sus años de experiencia. El animador viejo se adaptó a nuestro tiempo y evolucionó su creatividad contándonos una fábula que habla justo de los saltos de la vida aceptando las circunstancias y del volver a empezar.
Boundin - The funniest bloopers are right here
Pero no todo es Disney ni Pixar. Ni los grandes estudios que producen las principales producciones en 3D como Dream Works, Blue Sky y otras. Se están haciendo muy buenas y variadas películas con esta tecnología, principalmente en países de Europa del este.
Millimages, la compañía francesa más grande de animación de Europa, compite en su mercado con películas en 3D con guiones inteligentes y una realización impecable. Una de sus películas más exitosas ha sido Piccolo, Saxo & Cie, hecha completamente en el estudio Dacodac de Rumania.
En el planeta de la música, la música ya no suena. Los instrumentos ya no se llevan bien y reina el caos: han desaparecido las claves de sol, fa y do. ¿Qué hacer? Piccolo, un instrumento de madera, y Saxo, uno de metal, se van al rescate de las claves, que las tiene capturadas un maligno ser que se empeña en construir el instrumento musical perfecto.
Piccolo, Saxo & Cie es una película muy diferente a las animaciones de Hollywood, que sorprende con su originalidad en la historia y su calidad exquisita en la factura, empleando colores y diseños poco comunes. Al salir de la película, los niños conocen todos los instrumentos que integran una orquesta. Pronto será estrenada en los Estados Unidos, y si algún distribuidor se pone listo, podría llegar a nuestros países.
Piccolo, Saxo et Cie - Vidéo clip 1 - Français - Starmedia PAN
"Piccolo et Saxo" raconte les aventures musicales de l'ingénu Piccolo et de l'intrépide Saxo ainsi que leur désir de rassembler les différentes familles d'instruments (cordes, cuivres, vents...) pour jouer dans le premier orchestre symphonique.
"Piccolo et Saxo" raconte les aventures musicales de l'ingénu Piccolo et de l'intrépide Saxo ainsi que leur désir de rassembler les différentes familles d'instruments (cordes, cuivres, vents...) pour jouer dans le premier orchestre symphonique.
Este estudio rumano produce para Francia además varias series de televisión combinando técnicas del 3D con 2D, como Les Gnoufs, unos divertidos y curiosos exploradores de otro mundo que viven sus aventuras en la tierra aprendiendo cada vez una lección; o 3D con imagen real, como Minuscule, donde nos asomamos a detalle la vida traviesa de los insectos.
El otro día, platicando con Tomek Baginski, un genio polaco del 3D creador de Cathedral y Fallen Art, me contaba que mezclar estas dos técnicas de animación, 3D y 2D, abarata costos y reduce tiempos de producción, pero que el chiste consiste en integrar el 2D sin que sea notado. En su película Fallen Art, los fondos lejanos son hechos en 2D destacando objetos en 3D en los primeros planos que le dan toda la sensación de que todo está hecho en 3D. Esto se llega a ver muy bien, aunque limita de alguna manera los movimientos de cámara, pues el 2D sólo permite subir y bajar o ir de adelante hacia atrás. En 3D la cámara no tiene límites, puede volar.
Fallen Art es otra de mis películas preferidas hechas en 3D y fue la primera que me hizo ver el gran valor que de esta forma de hacer cine. A diferencia de las películas de Hollywood, donde las texturas son muy planas y los rostros muy limpios y perfectos, en esta película destaca el gran trabajo en el detalle de los rostros, como las puntas de la barba, o huecos en la cara, así como atmósferas de luz y polvo que le dan una dimensión totalmente distinta a que estamos acostumbrados a ver.
También el Anime japonés incursiona en el 3D. Una de estas producciones es Ex Machina, que sorpresivamente acaba de aparecer en DVD. Esta película, continuación de Appleseed, además de tener mucha acción y las mismas caritas características del anime, monitos con ojos grandes, tiene la peculiaridad de utilizar vestuarios diseñados por Prada. Así que no sólo es el diablo el que viste esta marca, ahora también personajes en 3D, ahorrándose así a las costureras…
Por nuestra zona, la Argentina está haciendo Plumíferos, las aventuras de un gorrión y una canaria. Esta es una película hecha a todo pulmón con el software libre Blender por el estudio Manos Digitales. Este tipo de producción sería lo más cercano a hacer una peli en casa, donde la mayor dificultad, según los realizadores, fue encontrar personal capacitado para manejar el software. Puedes descargarlo a tu computadora pero tienes que dedicarle varios meses y meses para aprenderle sus funciones y trucos.
Y Uruguay realiza su primera película en 3D: Ruperto al rescate, basada en la obra del escritor de novelas infantiles Roy Berocay y producido por el estudio Animalada de Montevideo. Ahora se encuentra en fase de pre-producción.
Y mientras estos países y muchos más dan un paso al futuro, los productores mexicanos de animación abordan de manera simple y tímida el cada vez más obsoleto 2D diciendo en sus declaraciones que prefieren apostarle al guión más que a la factura, argumento muchas veces escuchado que además de no ser exacto, es erróneo: una película, sea de animación o no, no debe jamás centrarse sólo en tener un buen guión, una buena historia. Se trata de un conjunto de logros: desde su estructura dramática, hasta su forma, su calidad en la construcción de la imagen. Una película bien escrita y pobremente realizada, no puede competir ante una película bien escrita y perfectamente realizada.
Hay grandes joyas hechas en 2D. Películas que han pasado a la historia del cine y que se recordarán siempre. Cientos de títulos que llenarían páginas y páginas y que son historia. Y, muy posiblemente, de vez en vez, se seguirán haciendo nuevas películas con esta técnica con nostalgia y amor. El 2D está condenado a volverse de culto y de menor acceso a las masas pues se ve ya imposibilitado a ofrecer lo que el 3D: un cine con sensación.
Y esto no para. Hay nuevas cosas que veremos. La nueva tecnología Disney Digital 3D, que ofrece películas animadas en 3D en tercera dimensión. Te pones tus gafas y casi, casi tocas los objetos como nunca antes. Chicken Little y The Nightmare Before Christmas ya están circulando. Espero en breve ver así Ratatoille, mi gran favorita. Aunque el Disney Digital 3D no es algo que vaya a competir con el 3D como lo conocemos, es simplemente un plus que no llega a todos los cines ni a todas las ciudades. Tim Burton ya anda haciendo dos películas para Disney así: Alicia en el país de las maravillas y Frankenweenie con las que haremos contacto por el 2010.
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