miércoles, 21 de agosto de 2013

EL HORROR DE LOS BALCANES

Por: Juan José González Mejía/



La guerra de los Balcanes en la década de los noventa ha tenido en el cineasta Emir Kusturica a un (in) voluntario cronista de sus desgracias. Así, en Había una vez un país (Underground/ 1993 y La vida es un milagro/ 2003, Kusturica plantea miradas extravagantes, desordenadas, vehementes, sí, pero próximas al conflicto que cimbró y causó la desintegración de Yugoslavia.


         Así, se suma a la visión digamos de los Balcanes a través del cine una cinta que tiene corrida comercial en nuestro país en DVD: Vértigo/ Francia- 2009, del debutante Abel Ferry, la cual aporta algo inquietante: el horror (al estilo del Corazón de las tinieblas, de Conrad) es una de las herencias inhumanas de la guerra (la historia de un grupo de chavos montañistas en Croacia que se topan con un sicópata que ha vivido desde pequeño en los Balcanes es muy original).
    Aunque llama la atención que sean dos mujeres cineastas las que hayan buceado por el fango de un tema abominable: la violación masiva de mujeres durante la guerra de los Balcanes. Así, Isabel Coixet dio su versión intimista y punzantemente sugerente en La vida secreta de las palabras/ 2005 y ahora Jasmila Zbanic plasma en Grbavica, la revelación de Sara/ 2005 la vida de una mujer que le oculta a su hija la verdad sobre su padre y su propio pasado.
       Esma/ Mirjana Karanovic tiene en Sara/ Luna Mijovic a su única hija y al amor de su vida.
        La vida en el barrio de Grbavica, en Sarajevo, no es del todo normal sin embargo sus habitantes intentan ponerle fin a sus recuerdos dolientes de guerra.
        Un viaje del colegio de Sara hará que empiece la tormenta para Esma. Sara requiere un certificado de defunción de su padre para comprobar que murió como “shahid”, especie de mártir de guerra y de este modo pagar menos por dicho viaje.
         La directora Jasmila Zbanic se pone, sin duda, al lado de sus personajes (al igual que el finlandés Aki Kaurisimaki) para darles un bienvenido abrazo a Esma y a Sara y mostrar al espectador las posibilidades humanas de su relato fílmico.
       El ambiente donde Sara convive le irá siendo ajeno sin la verdad revelada sobre su padre. Mientras Esma entenderá que tarde o temprano su pasado saldrá a flote.
   “Lo único que modifica el pasado es el arrepentimiento”, dijo Juan José Arreola a Jorge Luis Borges en una célebre entrevista entre ambos literatos, pero adjudicándole dicha frase a Oscar Wilde.
       En Grbavica, la revelación de Sara el pasado (terrible, inhumano) para miles de mujeres musulmanas no se intenta modificarlo sino revisitarlo para mostrar el trauma que convive con los hijos de las víctimas…
           


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