jueves, 15 de noviembre de 2007

Cabaret Voltaire

El asesinato perfecto

Por Melissa Navarro

Dos muchachas adolescentes corren a través de un bosque a toda velocidad. Esquivando árboles y piedras, apartan con sus delicadas manos ensangrentadas las ramas que se atraviesan en su camino. Mientras avanzan cada vez más rápido por el abrupto terreno, lanzan aullidos desgarradores: ¡Mamá! ¡Mamá!...

La inquietante escena anterior pertenece al filme Heavenly Creatures (1994) dirigido por Peter Jackson. El neozelandés narra la historia de dos amigas cuya estrecha relación sobrepasa los límites de una mundana amistad. Las familias de ambas, al tratar de separarlas, desencadenan una serie de extraños eventos que culminan con el asesinato de la madre de una de las chicas….

Aristóteles afirmó que la tragedia existe para purificar el corazón por medio del terror y la piedad. Nada más trágico que destruir el origen de nuestra propia vida, pero un crimen como este ¿puede acaso despertar algo de piedad en nuestros tumultuosos espíritus? El terror sacude nuestros cerebros a la hora del sueño a un ritmo escalofriantemente delicioso. Así como un verso de cualquier poema de Rilke o la tela de un vestido dentro de una pintura de Ingres puede erizar nuestra piel, un asesinato perfectamente efectuado es capaz de alterar nuestros sentidos a ese mismo punto. Muchos estarán de acuerdo con el escritor inglés Thomas De Quincey, quien dice que el asesinato es considerado como una de las artes más sublimes (pero claro, qué puede decir sobre este “arte” un aficionado cuyo único intento de homicidio fue a su gato Tom), afirmando que sin quitarle su lado inmoral, una vez consumado el asesinato, no queda otra opción que analizar su lado estético. El asesino, como un verdadero artista, ejecuta su obra con sumo esmero y perfección.

Desde un principio, el asesinato ha ocupado un lugar respetable en los eslabones de la historia. A partir de entonces, el resto de las artes (pintura, literatura, danza, teatro, cine) han encontrado una importante fuente de inspiración en el asesinato. En esta ocasión tomaré al cine como referencia, ya que ha demostrado ser el espejo más fiel de este trágico arte.

Los personajes del alemán Fritz Lang se pueden considerar predecesores los más importantes asesinos seriales de la historia del cine. En su película M (1931), Lang trae de vuelta a las calles de un macabro Düsseldorf a uno de los asesinos más sangrientos de la historia. Peter Lorre personifica magníficamente a Peter Kürten, el verdadero artista, apodado no sin razón, El Vampiro de Düsseldorf. El ambiente de la cinta es turbador; los días parecen noches y las noches parecen negros agujeros contaminados de una histeria colectiva. Todos los habitantes del pueblo viven aterrorizados; la sombra del vampiro los acecha en cada esquina. Las niñas pequeñas son su más sublime musa. Fritz Lang estrenó su filme un año antes de que Peter Kürten fuera declarado culpable y degollado el 2 de julio de 1932.

Casi treinta años después, en 1960, Alfred Hitchcock trae a las pantallas una de sus grandes obras: Psycho. Thriller, madre de muchas otras cintas de horror psicológico, Psycho retrata la vida de Norman Bates, el tímido dueño de un motel. La personalidad de Bates es algo complicada. Algunas veces la voz de su madre se adueña de su cuerpo y otras, el acento taimado de Bates emite uno que otro gruñido. Su genialidad se refleja en el lugar que ha escogido para cometer sus crímenes: un motel perdido en alguna de esas largas carreteras que cruzan los Estados Unidos. Estando en ese punto ¿quién podría escuchar los gritos que lanzan desde la bañera algunas de sus víctimas?

Una típica escena de crimen: Una adolescente aparece ahogada en el río que cruza un bosque cerca de un pequeño pueblo norteamericano. En Twin Peaks (1990) la serie creada por David Lynch, el asesinato de Laura Palmer atrae a un agente del FBI a una “tranquila” población ubicada en el estado de Washington. El agente Cooper, adicto al café negro y fanático del pie de zarzamora, a lo largo de su investigación, va descubriendo ciertos misterios que indican que prácticamente todo el pueblo está implicado en el crimen de la joven. Twin Peaks es un escenario surrealista, sus habitantes parecen desplazarse en un plano distinto al del agente Cooper (aunque sus sueños con extraños enanos me hacen dudar en esta clasificación). Lynch nos plantea una historia terrorífica y absurda que gira alrededor de un crimen sencillo y magnífico a la vez.

Desde el punto de vista en que se vea, como arte, como ciencia o como placer social, el asesinato ha caminado junto a nosotros este largo trecho que hemos recorrido en el mundo; y sus personajes, víctimas, crudeza, belleza, vulgaridad, seguirán trascendiendo hasta que el último de nosotros escriba el párrafo final de este absurdo libro llamado humanidad.


1 comentario:

CM CORP dijo...

Buen comentario, Melissa. Recién vi otra vez "Criaturas celestiales" y coincido contigo en muchos puntos. Te recomiendo la cinta "Helter Skelter" sobre Charles Manson, una peli de más de tres horas que a mí me parede bastante buena, pese a su obvio mensaje moralizador. Un saludo y espero más textos de tu autoría.